Si abren Google y piden: Elvira de Galvez, Barranco, aparece en primer lugar ahora una entrevista que me hicieron en el programa 'Presencia Cultural' del Canal 7. Dura seis minutos y presenta un paseo por algunos lugares de Barranco y una breve entrevista realizada en mi casa.
Me interesaria sus comentarios.
Elvira de Galvez
27.8.06
Entrevista en Presencia Cultural, Canal 7
Si abren Google y piden: Elvira de Galvez, Barranco, aparece en primer lugar ahora una entrevista que me hicieron en el programa 'Presencia Cultural' del Canal 7. Dura seis minutos y presenta un paseo por algunos lugares de Barranco y una breve entrevista realizada en mi casa.
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Elvira de Galvez
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Elvira de Galvez
23.8.06
Las 'migas' de mi niñez
En 1992 llamó mi atención un artículo de Alfredo Bryce Echenique, en el que relataba reciente viaje a Extremadura. Decía: "...Pedí otro plato de migas de pan, con proustiana y magdalénica nostalgia..." Añadía líneas después: ..."qué no dudaría yo al saborear más y más esas migas de pan infusas e infundidas que, aún hoy, es uno de los primeros platos que como cuando regreso a la Lima de mi infancia comido por la nostalgia. El rústico sabor era exacto, aunque en las casas finas de Limonta las hayan hecho literalmente puré con su arrocito blanco de guarnición. Más el huevo frito, eso sí..."
¡Ay! Ahí mismo me atacó la nostalgia. Mi niñez con la abuelita Sergia que, en su limitada culinaria era una estrella haciendo las migas, uno de mis platos favoritos. Tan ricas, con su punto de ají, sabor a anís y un esplendoroso huevo frito coronando esta masa de textura y color ambiguos. Yo suponía que era comida de mesas económicas, así que lo que escribió Bryce me impresionó, porque ya es sabido que él tuvo una infancia sin aprietos monetarios. Recordé y lo escribí en la columna 'Algo Personal' que publicaba en El Comercio, los sabores y los posibles ingredientes: aderezo de ajos, cebolla, ají colorado y anís, queso fresco desmenuzado, arroz blanco muy graneado, sin olvidar el huevo frito. Busqué en mis libros de cocina y no encontré la receta ni en la enciclopédica doña Petrona ni en la limeñísima Francisca Baylon. Me quedé pensando en su procedencia de Extremadura...Si pues, de por esos lares vinieron los conquistadores.
Publicado mi artículo, el mismo día me escribió el señor Nolberto Arata Hurtado, quien dijo ser de Moquegua, donde las migas eran conocidas como 'ají de pan', plato común en la dieta de todas las familias. "También lo he comido en Arequipa, donde se le llama 'picante de pan' y en Piura se le conoce como 'sopa de novios' y es más suelto, es decir le han aumentado agua al ají".
Trasladada a la actualidad, hice click en internet y salió una larga lista de las 'migas de pan'. Resultó ser plato de pastores, en Extremadura, Castilla, Murcia y La Mancha. Nutritivo para afrontar los duros inviernos. Las recetas añaden otros ingredientes que no nos legaron los empobrecidos conquistadores: chorretón de aceite de olivo, chorizo y panceta, recomendando tener cuidado con la grasa. Algo que llamó mi atención, al final de una receta: "...se pueden comer, por el procedimiento de cucharada y paso atrás." Ojalá alguien me explique lo que significa.
¡Ay! Ahí mismo me atacó la nostalgia. Mi niñez con la abuelita Sergia que, en su limitada culinaria era una estrella haciendo las migas, uno de mis platos favoritos. Tan ricas, con su punto de ají, sabor a anís y un esplendoroso huevo frito coronando esta masa de textura y color ambiguos. Yo suponía que era comida de mesas económicas, así que lo que escribió Bryce me impresionó, porque ya es sabido que él tuvo una infancia sin aprietos monetarios. Recordé y lo escribí en la columna 'Algo Personal' que publicaba en El Comercio, los sabores y los posibles ingredientes: aderezo de ajos, cebolla, ají colorado y anís, queso fresco desmenuzado, arroz blanco muy graneado, sin olvidar el huevo frito. Busqué en mis libros de cocina y no encontré la receta ni en la enciclopédica doña Petrona ni en la limeñísima Francisca Baylon. Me quedé pensando en su procedencia de Extremadura...Si pues, de por esos lares vinieron los conquistadores.
Publicado mi artículo, el mismo día me escribió el señor Nolberto Arata Hurtado, quien dijo ser de Moquegua, donde las migas eran conocidas como 'ají de pan', plato común en la dieta de todas las familias. "También lo he comido en Arequipa, donde se le llama 'picante de pan' y en Piura se le conoce como 'sopa de novios' y es más suelto, es decir le han aumentado agua al ají".
Trasladada a la actualidad, hice click en internet y salió una larga lista de las 'migas de pan'. Resultó ser plato de pastores, en Extremadura, Castilla, Murcia y La Mancha. Nutritivo para afrontar los duros inviernos. Las recetas añaden otros ingredientes que no nos legaron los empobrecidos conquistadores: chorretón de aceite de olivo, chorizo y panceta, recomendando tener cuidado con la grasa. Algo que llamó mi atención, al final de una receta: "...se pueden comer, por el procedimiento de cucharada y paso atrás." Ojalá alguien me explique lo que significa.
18.8.06
Mensaje de lectora uruguaya
Una lectora uruguaya me envió el siguiente mensaje:
"Hoy trato de escribir, de encontrar el ritmo justo, la palabra sonora y libertaria que exprese lo que siente alguien después de leer "Barranco: entre el jacarandá y el mar". Libro prestado por una mano amiga que por serlo sabía cuánto gozo tendría con todo el contenido de vida, recuerdos, sentimientos que afloran en cada rincón de un barrio pleno de risas, cantares y portentos.
Abuela y nieta recorren, paso a paso, las jubilosas calles, con atenta mirada a la gente, a casas y jardines, deseosas de libar en ellas las lecciones de vida que dejan a su paso.
El cielo, el mar, el arenal de la playa junto al barranco siempre presente, entablan un diálogo perenne con el viento, la brisa y la armonía, en una comunión de amor entre gente que trasciende un tiempo y un espacio tan queridos.
Por todo ello y mucho más, comprendo, admiro y felicito a Elvira de Gálvez, quien trasmite con sabia sencillez y generosa espontaneidad, sentimientos profundos escondidos en ideas preciadas y claras .
Y, en comunión fraterna digo: GRACIAS uniendo las dos patrias: el Perú y el Uruguay queridos.
Hilda Ariarco de Caballero
"Hoy trato de escribir, de encontrar el ritmo justo, la palabra sonora y libertaria que exprese lo que siente alguien después de leer "Barranco: entre el jacarandá y el mar". Libro prestado por una mano amiga que por serlo sabía cuánto gozo tendría con todo el contenido de vida, recuerdos, sentimientos que afloran en cada rincón de un barrio pleno de risas, cantares y portentos.
Abuela y nieta recorren, paso a paso, las jubilosas calles, con atenta mirada a la gente, a casas y jardines, deseosas de libar en ellas las lecciones de vida que dejan a su paso.
El cielo, el mar, el arenal de la playa junto al barranco siempre presente, entablan un diálogo perenne con el viento, la brisa y la armonía, en una comunión de amor entre gente que trasciende un tiempo y un espacio tan queridos.
Por todo ello y mucho más, comprendo, admiro y felicito a Elvira de Gálvez, quien trasmite con sabia sencillez y generosa espontaneidad, sentimientos profundos escondidos en ideas preciadas y claras .
Y, en comunión fraterna digo: GRACIAS uniendo las dos patrias: el Perú y el Uruguay queridos.
Hilda Ariarco de Caballero
Etiquetas:
Opinión sobre libro 'Barranco...'
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